Gestos para ahorrar energía en invierno

Ahorrar energía eléctrica en invierno es importante por doble partida. Por un lado, evitamos sustos innecesarios cuando llegue la factura de la luz y, por otro, reducimos nuestra huella de carbono, con lo que ayudamos a cuidar el medio ambiente.
A diferencia de lo que ocurre en otras temporadas, durante el invierno solemos gastar más electricidad en calefacción y en agua caliente, por lo que los eco-gestos se traducen en un ahorro mayor. En este post te damos algunas sugerencias clave para que ahorrar energía sea más sencillo, siempre sin renunciar al confort en nuestro hogar.

Más caseros, más gasto

El primer problema que nos encontramos en invierno es que solemos ser más caseros. No en vano, en casa se está calentito, y por lo tanto no sólo se dispara el consumo de la calefacción sino también de la luz y de otros dispositivos. Algunos pequeños electrodomésticos, además, son específicos de la época de más frío, con lo que usarlos suele aumentar el consumo de la luz, entre otros almohadillas y eléctricas, jarras o cazuelas eléctricas para hacer infusiones o sopas, pongamos por caso. 

Gestos para ahorrar energía en invierno 


Por lo tanto, es un buen momento para revisar si estamos haciendo las cosas bien en cuestiones tan básicas como el uso de regletas con interruptor para evitar el consumo vampiro, temporizadores o, entre otros eco-gestos, también a la hora de acordarnos de vigilar que lo hayamos apagado. En ninguno de estos casos perdemos confort, sólo energía, por lo que solucionarlo será reducir la factura de la luz en un buen porcentaje, sin renunciar al bienestar de siempre.
Por otra parte, preguntémonos también si es realmente necesario poner la calefacción a niveles altos, que caldean la atmósfera en exceso, o si podríamos suplir ese calor ambiental poniéndonos ropa que, sin dejar de ser cómoda, abrigue más. También notaríamos una gran diferencia en caso de que nuestra alimentación fuese demasiado frugal, pues optar por incluir en nuestra dieta las infusiones y otras bebidas calientes, las sopas, consomés y comida equilibrada pero orientada a la época de frío.
O, sin ir más lejos, si quizá podríamos ahorrar quitando la calefacción cuando nos vamos a dormir, sólo añadiendo más mantas, poniéndonos un pijama más calentito o sustituyéndolo por la manta eléctrica a un nivel moderado, el suficiente para matar la sensación gélida. 

Gestos para ahorrar energía en invierno
 

No olvidemos que pasar un poquito de frío es saludable para el organismo. En un anterior post vimos cómo el ambiente fresco es un gran aliado para ahorrar energía, gastar calorías y cuidar nuestra salud.

¿Cuáles son las temperaturas ideales?

Tener en cuenta cuáles son las temperaturas recomendadas para ambientes interiores en invierno es otra forma de poder actuar de forma responsable con el medio ambiente. En concreto, hemos de tener presente que las temperaturas ideales son de 21 grados centígrados de día y 17 grados durante la noche. Por otra parte, no olvidemos bajar la temperatura a 15 grados centígrados cuando no estemos. 

Gestos para ahorrar energía en invierno
 

Idealmente, el calentador de agua debería estar ajustado a 60 grados centígrados y también sería importante revisar su funcionamiento, en especial verificar su aislamiento, pues afecta al consumo de energía. Del mismo modo, los radiadores hay que revisarlos y limpiarlos al menos una vez al año, a ser posible antes de la temporada de frío, pues de ello depende el consumo de energía.
El consumo de agua caliente puede disparar la factura fácilmente en invierno. Una manera de reducir su gasto sin renunciar a ella consiste en colocar cabezales de ducha o de grifo que reduzcan el consumo. No notaremos una diferencia significativa ni al ducharnos ni al usar el grifo, pero podremos ahorrar alrededor de una quinta parte del flujo de agua caliente.