lunes, 1 de diciembre de 2014

La sequía de Sao Paulo, una amenaza global


La sobreexigencia del sistema y la mala gestión se suman a la falta de almacenamiento

PIRACAIA, BRASIL (28/NOV/2014).- El pescador Ernane da Silva mira el valle que se extiende a sus pies. En ese lugar donde pescó por tres décadas ahora sólo hay maleza y tierra seca, agrietada por el sol.
La peor sequía en 80 años golpea al estado de Sao Paulo en Brasil. Y sirve de alerta para muchas otras metrópolis: la deforestación, las mayores temperaturas y la expansión de centros urbanos replican este desastre en otros rincones del planeta.

''Fui uno de los primeros pescadores que llegaron aquí y ahora soy uno de los últimos que quedan'', cuenta Da Silva, de 60 años, en medio de la represa del río Jacareí, en el pequeño municipio de Piracaia, a unos 100 km de la ciudad de Sao Paulo.

''Pesqué aquí durante 30 años. ¿Cómo iba a pensar que un día se acabaría el agua?'', se pregunta con una mezcla de incredulidad y de tristeza, reflejando un problema que no lo afectó sólo a él, sino en mayor o menor medida a millones de paulistas.

Vestido con ropa sencilla y un gorro que lo protege del sol ardiente, cuenta que dejó su casa a orillas de la represa y que este año debió pescar en zonas más altas donde aún queda agua, pero que ya no sabe si el próximo año podrá seguir haciéndolo.
                 
Lluvias insuficientes 
La represa de Jacareí, construida a fines de los años 1970, es una de las cinco del enorme sistema Cantareira, que surte de agua a 45 por ciento de los 20 millones de habitantes de la región metropolitana de Sao Paulo.

Las lluvias de esta temporada húmeda (de octubre a marzo) son insuficientes. En la región de las represas de Cantareira las precipitaciones han sido de 90 mm en noviembre contra una media histórica de 161.2 mm.

''La falta de lluvia ha sido severa en este último año, acompañada de altas temperaturas tanto en verano como en invierno, lo que acelera la evaporación de las represas'', dice  el meteorólogo Marcelo Schneider, del oficial Instituto Nacional de Meteorología (Inmet).

''Y todo empeora porque, a diferencia de sequías anteriores, ahora la población y la demanda por agua son mucho mayores'', añadió.

Epicentro económico e industrial de Brasil, Sao Paulo ya vivió una fuerte sequía en 2001 y una muy grave a inicios de los años 1960.

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